Sebastián Medrano Gallo
A nivel mundial y a partir de la pandemia por COVID-19, los transmisores de dinero han impulsado a los medios de pagos digitales, como las Fintech, y México no es la excepción.
Las fintech operan como intermediarios financieros en diferentes segmentos dentro de los cuales se encuentran soluciones de pagos, incluidas las remesas.
Tan sólo el ingreso de divisas por remesas alcanzó un nuevo máximo histórico entre enero y octubre de 2020, de 33 mil 564 millones de dólares, 10.4% más que el mismo periodo de 2019. Esa cantidad supera 8 mil millones de dólares el valor del superávit comercial acumulado en el mismo periodo, de acuerdo con el Banco de México (Banxico).
Las remesas, procedentes principalmente de los migrantes mexicanos que viven en Estados Unidos, representan la segunda fuente de divisas de México después de las exportaciones automotrices y constituyen un importante ingreso para millones de personas.
Cabe recordar que México es el tercer país que más recibe remesas en el mundo, desplazando a Filipinas que ocupó muchos años esa posición, y sólo China e India lo superan.
Pero, ¿cómo las fintech están transformando el envío de remesas? De acuerdo con Sebastián Medrano, especialista en temas Fintech y Growth Director en AlphaCredit, la startup que más capital ha levantado en México, estas empresas están captando nuevos clientes al ofrecer alternativas más prácticas porque:
- Todo desde una app. Los usuarios pueden abrir una cuenta digital desde una aplicación y depositar dinero en ella a través de establecimientos en Estados Unidos; una vez en su celular podrán enviar el dinero a México de manera fácil y en segundos.
- Costos menores. Las Fintech tienen costos más bajos comparados con los métodos tradicionales de envío de remesas y, algunas veces, sin la necesidad de tener una cuenta bancaria para realizar la operación.
- Comisiones más bajas. Al ser un servicio netamente digital, las fintech pueden reducir costos de comisiones en comparación con los métodos tradicionales.
- Tiempo de envío. Por los métodos tradicionales el dinero puede tardar en pasar hasta tres días, mientras que a través de una fintech es cuestión de segundos.