mar. Abr 29th, 2025


Por Salvador Hernández LANDEROS

Abrir las puertas del PAN a Manuel González Flores es un agravio que la neocúpula hará a los prohombres que lucharon por la Democracia en NL

Es una inadmisible ofensa al honor de ilustres panistas como Pablo Emilio Madero, José Ángel Conchello. Luis J Prieto, Humberto Junco y otros.

Fotografía del periódico El Norte en 1985, con Fernando Canales cargado “de aguilita” al ser desalojado de Palacio de Gobierno.

Es una infamia y humillación para Fernando Canales Clariond quien, con otros panistas, fueron anulados, ultrajados e injuriados en Palacio de Gobierno.

Lo mismo padecieron cientos de albiazules inconformes que participaron en el plantón multitudinario al protestar el resultado del 7 de Julio de 1985.

La contienda electoral por la gubernatura fue entre Jorge Treviño y Fernando Canales. La constancia de mayoría fue para el PRI y el PAN la impugnó.

En esos hechos, Fernando Canales y otros integrantes del PAN fueron desalojados del Palacio, cargados “de aguilita” y bajados por las escaleras.

Quien se enteró de todo lo ocurrido fue el joven Manuel González Flores, que se desempeñó tres años como secretario particular del Gobernador.

A mitad de sexenio, González Flores, se fue de diputado al Congreso Local, como coordinador de los priistas donde siguió confrontando a panistas.

Del daño a la dignidad panista en tiempos actuales, Manuel González no tiene culpa, es de quienes dirigen la neocúpula y en el pecado llevarían la penitencia.

El exsecretario general de gobierno hace lo suyo. Junto con su jefe planeó buscar protección a través del fuero federal por lo que se pudiera ofrecer.

Va por el Séptimo Distrito Federal donde se ubican municipios cuyos alcaldes periféricos, desde hace meses, fueron alineados y sumados a sus propósitos.

Allá ellos y que, con su PAN, se coman su desplome moral.

chavalolanderos@yahoo.com.mx 

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