vie. Feb 7th, 2025

Por: Antonio Sánchez R.

Nada cambia…

Los ciudadanos nuevoleonesa están recibiendo, oootra vez, una dura cachetada de parte de aquella persona en quien confiaron plenamente, al llevarlo al poder estatal con la esperanza de ver cristalizado sus anhelos y cumplidas sus esperanzas de tener, en realidad, un “Nuevo Nuevo León”, un gobierno que hiciera a un lado las mentiras y la corrupción.

Pero en realidad nada cambia, nada ha cambiado y, por lo visto, nada va a cambiar. Seguimos en las mismas, pero ahora, con la “modalidad” de que nos tenemos “qué aguantar” no sólo las andanzas de un gobernador con una lengua más larga que aquel integrante de Kiss, sino también las “yutubeadas” de su mujercita, Mariana I, la “Cenicienta” Región 4T.

Son varios los asuntos que se han presentado en este poco más de un mes de “gobiernos ciudadano”, a través de los cuales se ha podido detectar que al imberbe gober le vale puro sorbete la seriedad y la sobriedad de la función pública, tomando más bien su investidura cómo una forma de seguir actuando como si aún estuvieses en campaña y, además, incurriendo en serios desaciertos que a la larga, serán su propia tumba política.

Porque a “Inocencio” García Sepúlveda, Don Facturo, se le podrá pasar que sea comparsa de su mujer en eso de convertir el palacio de gobierno en una verdadera mascarada, o que haya mentido cuando juró que sería recibido por el Papa Francisco en privado, pero de ahí a que nos quiera ver la cara al tratar de endosar culpas a otras instancias, como que no habla muy bien de él. O más bien, todo esto lo coloca en una dimensión real, en lo que ha sido siempre: un mentiroso.

Y fíjese usted, amable lector, que en realidad no es la primera vez que nuestro aún “flamante” gober incurre en alguna mentira. Desde el inicio de su carrera política su camino ha estado alfombrado de mentiras y pese a ello, ha habido iluso que se han llenado de esperanzas en torno a él y le siguen apostándole a que tal vez, un día, podría cambiar.

Pero se dice por ahí que “árbol que nace torcido, jamás su tronco endereza” y la neta, “se me hace muy ojona para que sea paloma” y si ya se aventó el trompo a la uña con eso del “replaqueo “, júrenlo ustedes que lo va hacer, “chillen llantas, topen chivas”. O como dicen en el rancho, “palo dado ni Dios lo quita”, el “replaqueo” va porque va, porque, cómo va a dejar pasar la oportunidad de agenciarse varios miles de millones de pesos, tal y como lo han hecho sus antecesores?

Nada cambia y nada cambiará. La “vieja política”sigue imperando por sobre los “buenos deseos” de un gobernador que habla mucho más de lo que hace. No hay en realidad, hasta ahora, un proyecto firme, un plan de trabajo serio en asuntos de gobierno y el tiempo se le va en hablar, hablar y hablar. “Hechos, no palabras”, dirían algunos (o muchos), porque “del dicho al hecho, hay mucho trecho” y yo, “de lengua me trago un plato”.

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