sáb. Dic 21st, 2024

GERSON GÓMEZ

En la sinfonía de la sucesión no existe contrario. Solo la disposición para mostrar músculo político. De quien garantice la victoria en las urnas. México es un gran pastel cortado en 32 rebanadas. Los comensales deben elegir el alimento a modo. Desde la entrada ligera, la sopa, el platillo fuerte y el postre. Aderezado, condimentos y presentación al gusto de Andrés Manuel. La oposición medusa, aun negocia los escaños al interior de sus dañados institutos gastronómicos. Quien debe encabezar, el orden de los privilegiados plurinominales y hasta quienes son impresentables. Si adelantan entre Santiago, Xóchitl, Lilly, Alejandro, Marko y Jesús, corren el riesgo de la dispersión. Eso le sumaría mayor apoyo al menú de MORENA. Llamar corcholatas a los precandidatos es ofensivo. Una ficha solo sirve para destapar o para la lotería de los comunes. Dante Delgado en su infierno en Movimiento Ciudadano, ni siquiera cuenta en la sinfonía de las postrimerías del sexenio. Jalisco y Nuevo León padecen de gobiernos bonitos e ineficientes. Splash. Plagado de merolicos, jóvenes de corazón desleal y yupies. Ni sumados, en efecto, el voto duro de M.C. a la coalición medusa, definiría el banquete de Andrés. Solo, tal vez, de contrapeso en el senado y en el congreso de la unión. En Palacio Nacional el personal ya prepara la operatividad del 2024. El servicio de cocineros, meseros, los alquimistas de la jornada electoral y hasta los defensores del voto. Claudia o Marcelo prometerán hasta las lágrimas no natas de la virgen del Tepeyac. Bailar en Chalma. Bañarse en la charca de Espinazo Nuevo León y hasta el lexicón de Alvarado Veracruz. Todo a precio de saldo. En el banquete de Andrés, solo cabe una. sonico2@hotmail.com

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