Gerson Gómez Salas
El azote del terrorismo al despertar. Las escenas repetitivas. Cuadro a cuadro. Con la detonación en el aire. Estrellarse contra los edificios. Entre el ensueño la señal internacional.
Occidente de rodillas. Tal vez. Se cosecha lo sembrado. Nunca antes. Nunca después. Los corresponsales estremecidos. En la segunda ciudad más cosmopolita del planeta.
Los ataques sincronizados a las torres gemelas. Nuevas cruzadas. La fe en la cruz ha pasado al olvido. Ni los musulmanes, ni los hebreos, ni los cristianos, han mejorado la comunicación.
El premio mayor conduce a los ductos de petróleo. El oro negro de quienes aún viven en el rezago cultural.
Otra vez las banderas norteamericanas ondean a media asta. Recuerdan a los colaterales. La leyenda del esfuerzo imaginativo. Instaurar la democracia en los confines del planeta. Política de gran hermano.
Solo en el capitalismo se puede construir la democracia. Aleluya. Un presidente de color. Otro presidente con los peores antecedentes morales del planeta. Encore al mandatario de mayor edad. La vicepresidencia en manos de una mujer con ascendencia multicultural.
Las escamas de los edificios en la zona cero. Implosión a la América Profunda. La columna vertebral de los evangélicos capitalistas. Esperan el 2024. Es posible el retorno del presidente defenestrado en las cortes. Miente. Inventa. Pervierte. Solo le falta escuchar heavy metal.
11 de septiembre, una fecha infame. Otra más. En el calendario global. Acelerada cuenta a la destrucción total del planeta. Claro. Si está de acuerdo China. Los mayores inversionistas del planeta en el siglo XXI. En esta forma tan enredada de vida, si se le puede llamar así.