Hay dos tipos de tristeza, la que Dios produce y la que las cosas que suceden en el mundo producen.

“La clase de tristeza que Dios desea que suframos nos aleja del pecado y trae como resultado salvación. No hay que lamentarse por esa clase de tristeza; pero la tristeza del mundo, a la cual le falta arrepentimiento, resulta en muerte espiritual”. 

Esto le dice el hombre convertido a los corintios que se habían vuelto insensibles bajo la bandera de la tolerancia.

¿Qué te hace estar triste hoy? ¿Qué te provoca la tristeza?

¿Te hace querer cambiar o te hace sumirte en el foso cenagoso y regodearte en él?

Si esa tristeza que sientes te hace querer salir de ahí, estás en el camino de la vida.

Si te hace quedarte (y sientes que no puedes salir) busca ayuda, mándame un mensaje, sí hay una salida y yo quiero ayudarte, porque esa tristeza produce muerte, esa tristeza te tiene cegado y necesitas que Dios haga un milagro en tu vida.

Tal vez tengas un poco de vergüenza y no quieras decirlo a nadie, si es tu caso, te doy un consejo: Grita y grita muy fuerte: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!

Así gritó un ciego de Jericó, y la gente lo callaba porque les incomodaba su situación, su necesidad, pero a él no le importaba.

Jesús está pasando por aquí y quiere cambiarte. Quiere que puedas ver Su gloria y estés alegre una vez más, que grites pero de júbilo porque Él te sacó de la oscuridad y del vacío en el que te encontrabas.

No importa a quién incomodes, tú sigue gritando desesperadamente a Jesús. Él te oye y va a hacer un milagro en tu vida.

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«¡Cállate!», le gritaba la gente que estaba más adelante.

Sin embargo, él gritó aún más fuerte: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!».

Cuando Jesús lo oyó, se detuvo y ordenó que le trajeran al hombre. Al acercarse el ciego, Jesús le preguntó:

—¿Qué quieres que haga por ti?

—Señor —le dijo—, ¡quiero ver!

Jesús le dijo:

—Bien, recibe la vista. Tu fe te ha sanado.

Al instante el hombre pudo ver y siguió a Jesús mientras alababa a Dios. Y todos los que lo vieron también alabaron a Dios.

¿Crees esto? Habla con Dios, lee la Biblia y descúbrelo.  Solo la Verdad nos hará verdaderamente libres.

2 Corintios 7:10 | Lucas 18:39-43

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