sáb. May 18th, 2024

Nuevamente, ayer, por las noticias nos enteramos de un menor de edad entre 11 y 12 años, estudiante de la secundaria pública #86, ubicada en la alianza en el municipio de Monterrey, el reportero menciona que, debido a la descomposición del tejido familiar, el menor introduce el arma a la escuela, que es encontrada dentro de un aula. Recordemos que en el año 2017 en Nuevo León vivimos el primer incidente de la introducción de un arma de fuego, por un estudiante de secundaria al colegio particular del cual pertenecía, y las muertes que se desencadenaron con el uso de esa pistola. En reiteradas ocasiones desde esa fecha, hemos insistido en la supervisión de los padres de familia a las mochilas de sus hijos al salir de casa, inclusive promovimos el uso de mochilas transparentes a raíz de ese lamentable suceso. Medida controvertida, pero, finalmente al llegar a las escuelas y obsequiarlas a los menores de edad se les preguntó: ¿Qué opinas de esta mochila que te estamos obsequiando? respondieron que era una buena medida, porque de esa manera podían ver y asegurarse qué llevaban sus compañeros en las mochilas, y que no llevaran armas, ya que tenían miedo de ir a la escuela y que algún compañero llevara algún arma. Los padres de familia somos los primeros responsables en vigilar cómo llevamos a nuestros hijos a la escuela, en muchas ocasiones ni siquiera nos aseguramos de revisar qué es lo que llevan desde casa, y en los últimos meses se han introducido a las escuelas por los menores de edad, no solo armas como pistolas, cuchillos; sino que también medicamento controlado que han tomado dentro de la escuela con sus compañeros. Tanto las armas como los medicamentos controlados deben estar resguardados en lugares seguros y fuera del alcance de los menores. Será necesario ¿legislar para que los menores que lleven armas o medicamentos se hagan acreedores a penas o multas? que deberán pagar los padres de familia, finalmente la falta principal es de ellos por exponer a sus propios hijos, así como también a sus compañeros y maestros, por la falta de supervisión en casa.
Luz Maria Ortiz Quintos
Instituto Nacional de Consultoría Familiar

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