vie. Jul 26th, 2024

Gerardo De la Garza Vargas

Hoy hace 2 centurias el estado independiente de Nuevo León dejaría de ser el virreinal Nuevo Reino de León, desembocando en una nueva era histórica para estas tierras semidesérticas y agrestes que se ha caracterizado por ser uno de los territorios más representativos si no el más de lo que todos los mexicanos conocemos como el “El Norte”.

Desde siempre Monterrey ha sido cuna de gente orgullosa de su tierra y muy trabajadora cuya cultura del esfuerzo ha tenido gran éxito a lo largo de su historia siendo creadora  además es  creadora de empresas tan exitosas nacional e internacionalmente como Cemex, OXXO o Banorte.

Esta ciudad fue fundada en tres ocasiones debido a diversos problemas como el clima extremo o la ferocidad de las tribus indígenas que vivían aquí antes de que llegaran los españoles y estas fueron en 1577 por Alberto del Canto, en 1583 por Luis de Carvajal y de la Cueva y finalmente por Diego de Montemayor en 1596.

Poco a poco se fue forjando el carácter emprendedor de los regiomontanos al fundar su metrópoli en una tierra árida, la cual no tenía muchos recursos y hubo que apoyarse en su ingenio para poder extraer los magros medios para la subsistencia diaria.

Ya para el 7 de mayo de 1824, con la elección de José María Parás, quien, dice la leyenda, ganó con un volado, Monterrey se convertiría en una de las ciudades más prósperas del país años después gracias a, aunque ud. no lo crea, la invasión norteamericana, ya que, con la llegada de los norteamericanas, los regiomontanos se empaparon de la cultura de los Estados Unidos.

Uno de los personajes neoleoneses que más causaron controversia fue Santiago Vidaurri quien siempre tuvo problemas con Benito Juárez esta enemistad llegó a tal grado que Nuevo León quiso separarse de la República Mexicana para crear la República del Rio Grande en 1840 junto con Coahuila y Matamoros.

Es así como inició una curiosa y a veces tirante relación comercial entre la Ciudad de las Montañas y el país de las barras y las estrellas. Empezaron a crearse las grandes compañías e instituciones que con el tiempo se volverían legendarias en el imaginario cultural regional y nacional como Fundidora, Cervecería o Vitro.

Con el s. XX llegó el porfiriato y con este llegó Bernardo Reyes en 1889 quien, a pesar de haber nacido en Jalisco, se preocupó mucho por hacer progresar al estado, por lo que la gestión reyista puede ser considerada como una edad de oro para la ciudad, llegando a competir con Guadalajara y hasta con la Ciudad de México.

Con los años Monterrey se convirtió en una zona de suma importancia para el comercio nacional e internacional, gozando de una posición geográfica inmejorable que le ha permitido atestiguar grandes cambios económicos y sociales. Además, su cultura se ha mimetizado a la perfección con las demás de los estados del norte de la República formando y fortaleciendo una región rica y sumamente productiva que ve hacía adelante al futuro y con optimismo los retos de este nuevo s. XXI.

¡Felicidades y por unos 200 años más!

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