vie. Jul 26th, 2024

Raúl Guajardo Cantú

Como ciudadanos tenemos un valioso instrumento en nuestras manos como es el voto, con él podemos elegir a nuestros gobernantes y votar por aquellos programas de gobierno que consideramos constituyen lo mejor para nosotros y para el país.

Ese voto es un derecho, un logro que como sociedad hemos alcanzado, recordemos que durante mucho tiempo el 50% de nuestra población, las mujeres, no podía ejercerlo, también durante muchos años del siglo XX el voto no era respetado.

Por ello también debemos entender que el voto es una obligación, es parte de las contribuciones que debemos hacer como ciudadanos a la sociedad en la cual vivimos, no es solo un asunto particular, sino que es también un asunto social.

Es por eso por lo que este próximo domingo 2 de junio salgamos en masa a votar, para escoger el programa de gobierno que más nos convenga, aquél que nos asegure que la educación será la necesaria para enfrentar los retos del futuro, un futuro que será tecnológico.

Votemos por quien nos muestre la posibilidad de vivir con la seguridad que como sociedad merecemos, que nos permita caminar con libertad por las calles de nuestras ciudades, que nuestros hijos puedan salir de casa sin que tengamos la angustia de que se vayan a encontrar en el lugar equivocado en el momento equivocado, menos  que simplemente desaparezcan como miles de mexicanos.

Busquemos el mejor programa de salud pública, que cada mexicano tenga acceso a los satisfactores en este rubro que le permitan no vivir preocupado por si alguien de la familia se enferma o debido a las llamadas enfermedades catastróficas que pueden hacer que el patrimonio familiar desaparezca en días para poder completar los gastos que requieren este tipo de afecciones. Esto por señalar algunas de las más sentidas demandas que como ciudadanos tenemos y los gobiernos están obligados a satisfacer.

En el voto tenemos un arma extraordinaria que debe ser complementada con nuestra participación cotidiana en la vida pública, no es cuestión de votar y el resto del tiempo desentendernos de lo que sucede en la vida pública de nuestra comunidad.

Es tan valioso que siempre hay quien desea comprar o coaccionar el voto, creen que con mil o mil quinientos pesos tendrán el derecho de no hacernos caso durante lo que resta de su mandato. Consideran que el pago realizado los exime de cualquier obligación o posible reclamo de quien vendió su voto.

Por ello decimos que el voto comprado, no es respetado, ya que los políticos que realizan el pago consideran que con ello ya cumplieron y no necesitan realizar a conciencia su trabajo, sino que al final de cuentas ya cumplieron con las monedas que pagaron anticipadamente por el voto.

Insistimos, es necesario que ejerzamos nuestro derecho a votar y cumplamos con nuestra obligación de cara a la sociedad.

Que no se nos olvide: el voto comprado, no es respetado, no nos quejemos después.

Por Admin

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