Luz María Ortiz Quintos
Hoy vivimos en una sociedad en la que tenemos el mundo real y el mundo virtual. Actualmente se piensa que los amigos también son aquellos que tenemos en redes sociales, el número de amigos se ha vuelto parte esencial en la vida de los adolescentes y de muchos adultos, incluso, muchos jóvenes, miden su popularidad de acuerdo al número de amigos que tienen. Hoy en día escuchamos a los adolescentes comentar emocionados, ¡ya tengo 800 seguidores!, ¡Jesús tiene más de mil seguidores!, ¡tiene miles de amigos!, etc. Si bien es cierto que los contactos, “amigos” en redes tienen muchas ventajas , como el poder conocer a personas de otros países, aprender nuevas culturas, conectarnos con viejas amistades, también es cierto que el concepto de amistad en este contexto, se hace muy superficial, la vida de redes parece ser perfecta se nombra amigo a cualquiera sin haber un vínculo o relación real y que no ha pasado las pruebas de una amistad de verdad, por otra parte están también los seguidores ,los cuales son personas a quienes les gusta lo que publicamos, les gustan nuestras fotos o simpatizan con nuestra forma de pensar pero no todos son nuestros amigos. La amistad es una relación de simpatía, y confianza donde hay un vínculo afectivo entre dos personas, además, implica valores como la honestidad, la lealtad, la solidaridad, la empatía, entre otros y requiere tiempo para conocerse en verdad y saber que existe una amistad. El ser humano es en sí, un ser social, que necesita de la interacción y de la convivencia, de hecho, una de las causas del incremento del sentimiento de soledad, es precisamente el uso excesivo de redes, ya que, aunque tengamos miles de amigos en redes sociales, nunca sustituirá la relación afectiva y emocional de una relación de amistad en persona. Aunque la conexión en redes es importante, también es conveniente que como familia sigamos promoviendo en nuestros hijos, el valor de la amistad, aprender habilidades sociales, el manejo de las relaciones humanas, los valores que estas amistades nos enseñan mediante el apoyo desinteresado, el valor que nos dan como personas, los momentos de convivencia y los recuerdos y enseñanzas que nuestros amigos nos dejan. En estas vacaciones procuremos que nuestros hijos convivan más de manera presencial con sus amigos, disminuyendo el tiempo para el uso de redes sociales.–