vie. Oct 18th, 2024

Luz María Ortiz Quintos

“En 2015, la ONU aprobó la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible, una oportunidad para que los países y sus sociedades emprendieran un nuevo camino con el que mejorar la vida de todas las personas, sin dejar a nadie atrás. La Agenda cuenta con 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, que establecen que la erradicación de la pobreza debe ir de la mano de estrategias que fomenten el crecimiento económico y aborden una serie de necesidades sociales como la educación, la sanidad, entre otros. En el objetivo 5 habla del empoderamiento de las mujeres y niñas, quienes constituyen la mitad de la población mundial y, por tanto, también la mitad de su potencial. Pero la desigualdad de género prevalece y estanca el progreso social. De acuerdo a su información publicada, las mujeres ganan 23 % menos que los hombres en el mercado laboral mundial y dedican el triple de horas al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado que los hombres. La violencia y la explotación sexuales, el reparto desigual del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado y la discriminación en los cargos públicos siguen suponiendo enormes obstáculos. Todas estas desigualdades se han visto agravadas por la pandemia de la COVID-19: han aumentado las denuncias por violencia sexual, las mujeres han asumido más trabajo de cuidados debido al cierre de escuelas, (en pandemia) y el 70 % del personal sanitario y social del mundo son mujeres”. Datos de la Organización de las Naciones Unidas. La mujer es el pilar de la familia, se requiere empoderar su ser como persona, brindarle educación y herramientas socio emocionales para desempeñarse en cualquier ámbito social, y al ser madre, poder evaluar la posibilidad de combinar ambas funciones, pero esta agenda va más por el hecho de que la mujer se vea sola, libre e independiente… hoy las mujeres facturan. Y como mujer, considero qué si podemos facturar, gracias a nuestros estudios, nuestra experiencia laboral, nuestra capacidad e inteligencia. Así como también considero muy importante que a las nuevas generaciones de jóvenes se les motive a pensar en formar una familia, ya que, lamentablemente, hoy los jóvenes no están pensando en tener una relación formal bajo ningún contrato legal o religioso; se ha demeritado para muchos grupos sociales el concepto de familia. Hoy, que las separaciones o divorcios van en aumento, es un gran reto reivindicar a la figura de la familia como pilar de la sociedad mientras se promueven apoyos y políticas públicas de manera individual y no se piensa en apoyar y promover a las familias. Ojalá con este inicio de nuevos integrantes dentro de la función pública en nuestro país y estado, podamos recuperar su valor e importancia, así como la relevancia de impulsar Institutos para la familia y políticas públicas que la reconozcan y promuevan, asignando presupuestos para brindar ayuda a las familias ante las diversas situaciones de conflicto y problemas que presentan. A través del Instituto Estatal y también Institutos Municipales se podrá planear y trabajar para fortalecer de manera integral y transversal el valor de la familia

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