Por Don Tribuno

Acuerdos y desacuerdos

Vaya semanas las que nos hemos soplado últimamente, con un poder legislativo local que nomás no haya qué hacer, cualquier cosa, menos cumplir con los compromisos adquiridos con los ciudadanos, que son los que hacen posible pagar sus nada despreciables salarios y prerrogativas.

Por si no lo sabían, estimados lectores, nuestros empleados, así como lo leen, porque son NUESTROS EMPLEADOS, lo primero que hacen al llegar al congreso, además de checar cómo y cuánto les van a depositar cada quincena, es ver con quién les conviene más hacer alianzas, para así poder obtener mayores ganancias personales.

Pero lo anterior no es ninguna novedad. Ya desde antes, de años, décadas atrás, se sabe que quienes andan tras un hueso legislativo, en lo último que piensan es en servir realmente, en tratar de realizar la chamba a la que se comprometieron: legislar.

Pero es un secreto a voces que la gran mayoría de quienes llegan a ocupar una curul, no tienen la más mínima idea de lo que significa Legislar. Casi todos piensan que ir al congreso es ir a buscarle pleito al vecino y a oponerse a lo que proponga el contrario, sin siquiera analizar si hay o no beneficios para los ciudadanos.

Son, por así decirlo, simples “levanta dedos” que se mueven según les vaya marcando el paso su “pastor” o coordinador, quien las más de las veces obedece instrucciones de “más arriba”, ya sea del gobernador en turno, en el caso del partido gobernante o del líder del partido, en el caso de la oposición.

La Legislatura 77 (vaya numerito) está conformada por 42 diputados: 25 de mayoría relativa y 17 de representación proporcional o plurinominales, que para los buenos entendedores, son diputaciones regaladas. Pero en fin, ese es otro cuento que un día comentaremos más densamente.

Por lo pronto, les diremos que, sea por mayoría o sea regaladas…, perdón, pluris, cuentan igual, reciben un salario igual e idénticas prerrogativas. Cada bancada tiene un coordinador, pero suena a risa que, incluso aquellos partidos que cuentan con sólo un diputado, se llenan la boca diciendo: “nuestro coordinador”. Ah, pero estos últimos son los más “ganones”, pues a la hora de levantar la mano para aprobar determinada iniciativa y que haya de por medio un “in$entivo”, no reparte con nadie… Qué tal!

Y bueno, a la próxima le seguimos con más de nuestros curuleros…