La Federación Nacional de Sindicatos Independientes solicita que en la revisión del TMEC en 2026 haya ajustes para un piso parejo en democracia sindical y negociación colectiva, y que el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida garantice derechos a los trabajadores y no polarice. Desde su concepción, el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida en Instalaciones Específicas (MLRR) es un procedimiento inédito para la resolución de controversias en tratados comerciales, señala el secretario general de la FNSI, Jesús González Cárdenas. “Confeccionado como un traje a la medida, el MLRR fue uno de los acuerdos generados como parte de la renegociación del Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, con el objetivo de velar por el cumplimiento de los compromisos laborales impuestos por Estados Unidos a nuestro país”, añade en el reporte informativo trimestral de la FNSI. A diferencia del Acuerdo de Cooperación Laboral de América del Norte (ACLAN), que surgió del primer tratado comercial, el MLRR crea una presión continua directamente en las empresas, las cuales pueden llegar a ser objeto de sanciones en caso de que un panel laboral encuentre motivos suficientes para proceder conforme los lineamientos del capítulo 23 del T-MEC, con sanciones que van desde lo económico hasta la suspensión de exportaciones a Estados Unidos y Canadá, dice. “A cuatro años de su implementación, el MLRR cuenta con 28 casos presentados (octubre 2024), 23 de ellos cerrados por acuerdo entre las partes. Sin embargo, los resolutivos se han centrado en aspectos de representación sindical por encima de las irregularidades denunciadas por las y los trabajadores en materia de negociación colectiva, lo que genera un sesgo sobre el verdadero interés en el seguimiento del MLRR y sus implicaciones como un arma de doble filo que puede atentar precisamente sobre uno de sus fundamentos: el derecho a la representación sindical”. |
“En 2026 iniciará un proceso de revisión del TMEC por parte de los gabinetes de Canadá, Estados Unidos y México. Se trata de una excelente oportunidad de poner sobre la mesa la discusión respecto a los primeros resultados obtenidos por el MLRR en cuatro años de operación.
También es el momento para hacer los ajustes que permitan un piso parejo en materia de democracia sindical y negociación colectiva, que herramientas como el MLRR sean verdaderamente una posibilidad para que las y los trabajadores garanticen sus derechos y no alienten la incertidumbre y la polarización en los centros de trabajo”, propone.