Por Azucena de José

El pasado viernes en la noche, multitud de regiomontanos que acudieron a la estación Santa Lucía vieron interrumpido el servicio debido a que una jovencita tomó la decisión de quitarse la vida arrojándose a las vías del METRO.

El dolor de pensar en qué la motivó a tomar esa decisión y la herida en el corazón de sus padres al enterarse de la noticia, me conmovió a buscar qué hacer como sociedad, no porque trastorne el sistema de transporte, sino porque la idea del suicidio está tomando cada vez más auge en la mente de nuestra sociedad.

Cuando delante de ti esté la opción de la muerte y la vida, ¡escoge la vida para que vivas! Dice Dios a todos los que creen en Él. (Deuteronomio 30:19)

-¡Escoge la vida!- quisiera decirle a cada persona, pero la omnipresencia no es una virtud mía, sólo de Dios. Sin embargo, si usted, y yo y cada vecino elige ser luz en las tinieblas durante su ruta diaria, podremos llenar la ciudad de fe, esperanza y amor.

Pero también encendió mis alarmas al ver cómo cada vez más personas usan las instalaciones públicas para atentar contra sí mismos (y afectan a muchos más).

He escuchado por la Macroplaza, plazas públicas y algunos corredores comerciales que hay música y me pregunto ¿podremos hacer lo mismo en cada estación del Metro? ¿Que provoque un ambiente que inspire a alzar los ojos al cielo y buscar ayuda, en lugar del suelo? ¿Podremos activar una línea psicológica dispuesta a atender llamados de auxilio y promocionarla en todas las estaciones de transporte público? ¡La gente necesita con quién hablar, alguien con quién conectar!

Sé que mi área de acción comienza en casa pero no es momento de limitarnos a ella, es tiempo de ser audaces, la gente se está muriendo sin esperanza cuando hay muchísimas estaciones que hablan de Cristo y que pueden proveer contenido auditivo también que motive a vivir ¡y ser transformados!

Dejemos de usar el principio de laicidad para separarnos y recordemos que es precisamente la neutralidad la que garantiza la pluralidad y la participación de todos los sectores para ayudarnos unos a otros.

Necesitamos que Metrorrey, Transporte, Opus 102.1,  070, Radio y Tv NL no se conformen solo con informar o entretener, es urgente que nos ayuden de nuevo a culturizar; que el Gobierno, la comunidad científica y religiosa vuelvan a trabajar juntos por el bien de la sociedad.

Hay un Camino que seguir, una Verdad qué conocer y una Vida por vivir. ¡Compartámosla!

Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Juan 14:6