mié. Dic 11th, 2024

Por Verónica Cruz Frías 

Las empleadas impecables, los maniquíes espectaculares con elegantes vestidos para eventos de gala, ropa sexy e infantil en el centro de Laredo, Texas. Hay de todo y sólo el cansancio de tanto caminar te impediría seguir buscando lo que ocupas- como suelen decir en Monterrey -o los mejores precios. Pero no,  lo que detiene el ímpetu comprador es un nauseabundo y permanente olor a orines y excremento te tapas la boca, detienes la respiración y  la siguiente bocanada de aire te sabe mal. Están por las avenidas que se deben transitar para comprar.

Tiradas y tirados  en el suelo, transeúntes van y vienen  esquivan el cúmulo de enseres y ropa que utilizan indigentes no todos ni todas con enfermedades mentales pero si en su mayoría estadounidenses weros y de ojos de color.  La esquina del Oxxo (sucursal en Laredo, Texas) es la banqueta en la que vive una de ellas -la mitad  de la banqueta no toda- ahí come, duerme, defeca y orina, en contra esquina del correo y frente a la plaza hay otra en las mismas circunstancias, justo al lado  del correo y de una casa de retiro para personas mayores hay uno más, los separan menos de 30 metros, también están en las plazas y van cambiando de banqueta, las aceras de las entradas de los negocios con azulejos colocados por dueños y dueñas para hacer más bonitos sus locales son sus favoritos pues se escapan un poco del incómodo cemento ¿Quiénes son, a qué se dedican? Son interrogantes que seguramente nada más  esta periodista se cuestiona.

Si llegaran a darles un balazo y terminar con sus exhaustas vidas- seguramente derechos humanos, asociaciones u organismos se pronunciarían en contra  por ahora  he obtenido las versiones de las y los empleados de locales y sólo han respondido que ya están hasta la madre de limpiar y que siga oliendo a orines y excremento, ” ya les hemos puesto forja para que no se metan en la entrada del negocio y lo que hacen es quedarse en la banqueta”, le llamamos a la policía y sólo dicen que mientras no cometan robo o algún delito no les pueden hacer nada” esos no son de aquí son de otros países no quieren trabajar, quieren que les paguen hotel y que el gobierno les dé dinero”, “ya dijo el presidente Trump que llegando el los va a sacar a todos”. 

La primera quiebra económica del centro de Laredo fué por COVID el gobierno de Estados Unidos cerró el puente internacional que une comercialmente  a las dos ciudades fronterizas Nuevo Laredo-Latedo, Texas el cierre se prolongó hasta el punto que muchas personas se acostumbraron a no cruzar y a hacer sus compras del lado mexicano, son pocos los locales que ofrecen mercancías y pocas personas las  que aún se arriesgan a hacer compras en tan insalubres condiciones.

La ciudad de Laredo hace pequeños esfuerzos en colaboración con algunos organismos privados por mantener una agenda atractiva para las y los compradores pero con las y los indigentes incluidos aún cuando esto representa para Estados Unidos un problema de salud pues no es privativo de Laredo, Texas, San Antonio también tiene  indigentes basta con caminar unas cuadras en el centro para hacer este comparativo, “la gente está comiendo tacos a un lado de la basura, orines y excremento”, expresó un mexicano que fue a California a trabajar, “¡No puedo creer que la gente se esté acostumbrando a esto!”.

La agenda de sanidad es la que debe ocupar a Laredo, Texas y Nuevo Laredo por compartir comercio, ciudadanía y ahora también lo fétido al cruzar caminando por el único puente  que permite a transeúntes cruzar de una ciudad a otra. 

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