Raúl Guajardo Cantú
Hace unos días el dirigente del PRI en Nuevo León, José Luis Garza Ochoa, aseguró que su partido ya se encuentra pensando en la elección gubernamental de 2027, señaló que está convencido de que recuperarán el cargo que no han podido alcanzar en las últimas 2 elecciones.
Todo bien en sus declaraciones… excepto el timing en que las realiza y ello es sumamente importante. Pese a que se produjeron en una reunión en la cual se exaltó la unidad partidista del tricolor y por ende el punto de vista de ese partido, la realidad es que hacer este tipo de declaraciones en momentos en los cuales se está negociando el presupuesto estatal, y dentro de este las participaciones municipales, genera un ruido innecesario desde nuestro punto de vista.
Dos o tres días después, el líder de la bancada de ese partido en el Congreso local, Heriberto Treviño, declaró a El Porvenir lo siguiente: “Queremos que le vaya bien al Estado, pero también a nuestros municipios. Ese era el compromiso. Esperemos que este gobierno no sea de palabras y que sí cumpla su palabra. Buscaremos un presupuesto consensuado, equilibrado, con visión social y municipalista, para que sea en beneficio de todas y de todos aquí en Nuevo León”.
Como puede observarse, al subrayar el hecho de que se busca un presupuesto con visión municipalista, lo cual es correcto ya que este nivel de gobierno tiene funciones que requieren de un presupuesto aterrizado para ello y del cual dependen servicios indispensables para los ciudadanos, en el contexto de las declaraciones del líder del PRI, hace que desde ya se presenten resistencias dentro del equipo del gobierno estatal, ya que seguramente pensarán que el presupuesto así definido será utilizado con una visión político-partidista.
No estamos en contra de que los partidos promuevan sus puntos de vista, sus plataformas de principios y que con ellos ganan votos, siempre y cuando tales promociones se realicen a través de la realización efectiva y eficiente de su trabajo en los ámbitos en que tienen responsabilidades, ¡qué mejor que se promuevan de esa manera!
El problema es que compliquen procesos que pueden llevar a que ni ellos, ni quien gobierna el estado, alcancen sus objetivos debido a declaraciones realizadas al calor de la euforia de un evento partidista.
Solo para que conste lo subrayamos, no estamos en contra de que los municipios reciban las participaciones que les corresponden legalmente, en lo que no concordamos es en la forma en que las cosas se están haciendo, como decía YSQ, lo que está mal es el “modito”.
Hay que recordar las palabras de Don Jesús Reyes Heroles, según las cuales, en política, la forma es fondo, un aspecto que parece que ahora se quiere echar en el olvido cuando recordarlo hoy es más importante que nunca antes.
Es necesario aprender a realizar las cosas pensando más en el interés de los ciudadanos y menos en las próximas elecciones.