¿Para qué quiero la seguridad de una tumba si no estaré en ella? El día que ya no me vean, no me lloren en ella, mejor desde ahora, prométanme una cosa: que serán mis vecinos en el cielo.
No tuve que pagar nada, Jesucristo hizo el trámite por anticipado, ¡no me debes nada! -me dijo-, yo lo pagué todo, pero mi Padre me enseñó que amor con amor se paga y aquí me tienes, compartiendo amor para dárselo multiplicado.
A mí no me preocupa la muerte, me ocupa la vida y quiero que se me vaya cantando de Su amor sin condición y misericordia para siempre.
¡Hay lugar para todos en la casa del Padre!
Poco después, Jesús les dijo a sus discípulos:
—No se preocupen. Confíen en Dios y confíen también en mí. En la casa de mi Padre hay lugar para todos. Si no fuera cierto, no les habría dicho que voy allá a prepararles un lugar. Después de esto, volveré para llevarlos conmigo. Así estaremos juntos. Ustedes ya saben a dónde voy, y saben también el camino que deben tomar.
Juan 14:1-4 (TLA)
Busca a Jesús, ¡Él es el camino!
¿Crees esto? Habla con Dios, lee la Biblia y descúbrelo. Solo la Verdad nos hará verdaderamente libres.Email mujervirtuosa@instruccionespersonales.com
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