mié. Abr 23rd, 2025

Raúl Guajardo Cantú 

No hay duda de que en lo que va del gobierno de Samuel García, la peor crisis que le ha tocado enfrentar, independientemente de las presupuestales, es la de la falta de agua para consumo humano que se presentó hace 2 años, casi al inicio de su sexenio.

Tan grave fue que tuvo que recurrir a medidas extremas como la construcción en tiempo récord del Acueducto II de la presa El Cuchillo para mejorar su imagen y señalar que algo estaba haciendo para enfrentar la crisis.

Sin embargo las lluvias que se presentaron afortunadamente para él fue lo que salvó la situación, la cual pudiera repetirse hacia el final de su sexenio y en pleno proceso electoral en caso de que el agua de la presa El Cuchillo sea utilizada para pagar la deuda que se tiene con Estados Unidos.

Como hemos sido testigos, el gobierno estadounidense presiona al de México para que actúe de acuerdo a sus intereses a través de la aplicación de aranceles de muy diferente tipo y bajo distintos pretextos, ahora ha traído a colación la deuda histórica de agua que tiene nuestro país con ellos para señalar que si no se paga se aplicarán “tarifas” a diferentes productos mexicanos de exportación lo cual sería grave para la economía nacional.

Así es que no es de dudarse que la presidenta Claudia Sheinbaum acepte pagar el agua pese a que haya declarado que no se puede dar lo que no se tiene debido a la sequía que se ha presentado los últimos años.

El caso es que sí hay agua para dar un pago importante a nuestros vecinos del norte, pero sucede que esa agua es para consumo humano y se encuentra en El Cuchillo y está sujeta a algunos asegunes legales.

Samuel, al menos hasta ahora, no ha salido a explicar qué se está haciendo ante la posibilidad de que la deuda se pague recurriendo al agua de El Cuchillo, como sí lo han hecho diferentes actores tamaulipecos.

Los nuevoleoneses nos tronamos los dedos pensando en la posibilidad de que nos quedemos sin el agua tan necesaria para la vida cotidiana como lo demostró la crisis pasada.

El gobernador no ha reaccionado ante la posibilidad de que nuestra agua vaya a ser utilizada para saldar cuentas con EU y apaciguar a Trump. Él anda en lo suyo, atrayendo inversiones y pensando en que se le recordará como el gobernante que atrajo más inversión al estado, sin darse cuenta de que también puede pasar a la historia como el que no defendió el agua.

Esperemos que el gobernador del estado haga todo lo que esté en sus manos para evitar que nos quedemos sin agua, aunque sea que lo haga en defensa propia, de su partido, con miras a las elecciones de 2027, pero que lo haga.

En caso contrario, prepárese para lo que viene y saque sus botecitos para juntar el agua que requiera. Ahora sí que debemos prepararnos porque parece oírse ya el grito: ¡Aguas con el agua!

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