jue. Abr 24th, 2025

Raúl Guajardo Cantú 

En medio de las noticias que tienen más que ver con el posicionamiento de los actores políticos con miras a 2027, quizá deberíamos comenzar a plantearnos como ciudadanos lo que podemos hacer para que nuestras voces sean escuchadas más allá de los votos depositados en las urnas.

Porque una vez que votamos, los ciudadanos parecemos desaparecer de la vista y la vida de los políticos, dejamos de serles útiles hasta las próximas elecciones en las que, sin mirar atrás, nos volverán a pedir nuestro voto.

En el intermedio harán campaña disfrazada de servicio a la comunidad, pero solamente atendiendo aquello que tiene que ver con su imagen pública, con lo que les hace ver como que actúan por el bien común.

Vivimos en una sociedad cada vez más compleja, con intereses enarbolados por diferentes grupos, en otras palabras, la realidad no es la misma para quienes viven en colonias de clase media alta o alta que en los cinturones de miseria alrededor del área metropolitana de Monterrey o, mucho menos, para quienes lo hacen en los rincones rurales del estado.

Por eso los políticos pueden disfrazarse como defensores de unos o de otros sin realmente atender las causas de los fenómenos que nos toca vivir y muchas veces padecer.

Si usted, por ejemplo, se ve afectado por el aumento en las tarifas del transporte, seguramente que protestará por ello y encontrará quien “le haga caso y lo apoye” en sus justas demandas, sin embargo, a la hora de la verdad piense si ese “apoyo” se traduce en algo que verdaderamente le sirva a usted para algo.

Ahora que si su problema es porque le toca la desgracia de vivir en algún sector en el cual el suministro de agua potable no es el adecuado, seguramente habrá algún vivo que le ayude a ampararse para que le respeten su derecho al agua, pero no le dirá que muchos de los problemas se derivan de cuestiones presupuestales y de que no se cuida el uso correcto de los recursos.

Y el problema para usted y para mí consiste en que no tenemos, en tanto ciudadanos, mecanismos para presionar a los políticos y a los gobernantes con la finalidad de que resuelvan realmente los problemas que nos aquejan, solo cada tres años tenemos una ventana de oportunidad.

El resto del tiempo estamos en manos de quienes deberían ser nuestros servidores y no nuestros jefes y eso tiene que cambiar sí o sí. En caso contrario continuaremos viviendo en un mundo en el cual la política es un espectáculo.

Vaya pensando cómo le hacemos para cambiar las cosas, cómo presionamos a los políticos para que atiendan nuestras demandas, que no continúen viviendo para las cámaras, para los “en vivos” del Face, para los likes de las redes sociales.

Es difícil, sí, más no imposible, recordemos que hace poco más de 100 años había una dictadura que cayó, después un partido hegemónico que hoy se ve reducido a una mínima expresión, así que no se desanime y vaya ejerciendo sus derechos ciudadanos. Nuestros derechos.

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