mar. Abr 29th, 2025

Raúl Guajardo Cantú 

Dice el dicho que si camina como pato, grazna como pato… seguramente es un pato, pero ahora las autoridades locales quieren hacernos pensar que no, que es un perro. Nos referimos al trasvase de agua de El Cuchillo que se está realizando en estos días.

Este trasvase se da en medio de las amenazas del presidente norteamericano Donald Trump en el sentido de que si no se paga la deuda de agua su gobierno aplicará aranceles a algunos productos que México exporta a los Estados Unidos.

Si esta situación se presentara sin ningún contexto, probablemente podríamos creer en el hecho de que, como dice el gobierno estatal, el desfogue, nótese el verbo utilizado, no se debe a, o no tiene relación con, las declaraciones del presidente estadounidense.

Por desgracia para todos, no es así, ya anteriormente se han presentado situaciones similares con relación a las amenazas de la aplicación de aranceles debido a cuestiones relacionadas con la migración y el tráfico de fentanilo.

Ante el primero de los fenómenos, el migratorio, nuestro país respondió desplegando 10 mil efectivos de la Guardia Nacional para cumplir con la exigencia de Trump, sin embargo la información se manejó de otra forma en el ámbito nacional, como si fuese algo solo relativo a las decisiones de México ante la ola migratoria que vivíamos hasta hace unos meses.

En el segundo de los temas, el tráfico de fentanilo, la respuesta fue la expulsión del país de 29 miembros de distintos grupos delictivos dedicados a esta actividad, no fue un acto de extradición, sino que simplemente los presuntos delincuentes fueron enviados a EU como una respuesta a la exigencia de Donald Trump.

En ambos casos se aceptó el gesto, se retrasó la aplicación de los aranceles y de alguna u otra forma hubo un beneficio para el país que, en caso de que se hubieran hecho efectivas las tarifas arancelarias, hubieran tenido un fuerte impacto negativo de carácter económico.

En este contexto que se esté desfogando El Cuchillo solo “por razones de seguridad” da pie a la sospecha de que en realidad se está utilizando el agua que en teoría debería ser prioritariamente para el consumo humano en el área metropolitana de Monterrey con fines de cumplir las demandas estadounidenses.

Dicen las autoridades que las lluvias que se esperan en este mes hacen necesario el desfogue de la presa para evitar que esta se vaya a desbordar, ya que, aseguran, las precipitaciones serán copiosas.

Insistimos, si el desfogue se hubiera dado en otras condiciones, probablemente aceptaríamos sin chistar de que eso que camina como pato y grazna como pato… es en realidad un perro, pero la realidad nos dice que no puede ser o que al menos debemos dudar de la explicación.

Es cierto que si las lluvias realmente se presentan en el volumen que dicen las autoridades que lo harán tendremos que aceptar que fue una buena decisión la tomada ahora, pero en los pronósticos meteorológicos que van más allá de los cinco días no se puede confiar al 100 por ciento.

Insistimos: camina como pato, grazna como pato… seguramente es un pato.

Por Admin

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