Luz María Ortiz Quintos

Hoy celebramos el día del niño, habrá fiestas, dulces, regalos, shows infantiles en muchos lugares, como por ejemplo: en las  escuelas, en los centros comerciales, las plazas públicas etc.

Considero que lo mejor que podemos dar a los niños es nuestro amor, tiempo, comprensión, paciencia, buen ejemplo y respeto.

El niño se construye como persona desde la infancia, a partir de esta etapa, se desenvolverá en gran medida su carácter y personalidad, así como su comportamiento en las siguientes etapas de su vida.

 Una persona podrá ser emocionalmente sana, de acuerdo a sus experiencias.

En muchas ocasiones los adultos perdemos de vista lo frágil y sensibles que son de pequeños nuestros hijos, nos preocupamos tanto por sus necesidades básicas, que dejamos de lado las necesidades afectivas.

En esta época a diferencia de épocas anteriores, los niños están muy expuestos a formas de conducta que no son sanas, inclusive hasta pueden dañar su inocencia, su pureza, y que atentan en contra de su pudor y dignidad.

Como Padres de Familia, por lo regular anhelamos lo mejor para nuestros hijos, queremos que tengan una buena vida en todas las áreas de su vida.

Es normal que busquemos darles lo mejor en cuanto a sus necesidades básicas materiales; como lo son una casa para vivir, buena alimentación, educación de acuerdo a nuestras posibilidades, pero es recomendable que todo esto vaya acompañado de que se sienten amados, seguros y valorados; así estaremos construyendo una generación de personas fuertes emocionalmente, que sepan resistir a los peligros que a lo largo de su vida les toque enfrentar.

No podemos, aunque quisiéramos protegerlos todo el tiempo, sin embargo, lo que sí podemos hacer es darles las herramientas para ser personas seguras de sí mismas, y no ser manipuladas por corrientes o modas que no son un ejemplo a seguir para su bienestar.

Y para los adultos se dice, piensa como adulto, vive como joven, aconseja como anciano, y nunca dejes de soñar como niño.

Vivir con esa capacidad de asombro e inocencia, en este mundo.