Por Rogelio Romero

En Tamaulipas continúa la desbandada de bases priistas hacia MORENA y en apoyo a su precandidato por la gubernatura Américo Villarreal Anaya.  Esto tiene una explicación lógica, muchos priistas no están de acuerdo con la alianza establecida con el PAN y que trata de evitar la llegada del partido guinda al gobierno estatal.

Las deserciones de bases priistas se han resentido dentro de la logística de la coalición de derecha en suelo tamaulipeco y de acuerdo a los merenos esto continuará manifestándose en los próximos días.

La dirigencia morenista tiene plena confiesa en que las autoridades electorales tamaulipecas ratifican el próximo 27 de marzo a Villarreal Anaya como el legítimo  candidato a gobernador del partido guinda, esto tras analizar la impugnación presentada por Maki Ortiz sobre el proceso interno.

Ya no hay vuelta  al pasado el mensaje es claro las bases morenistas, los grupos políticos internos y externos afines al partido guinda  decidieron cerrar filas en torno a su candidato, saben que su presencia electoral en el estado supera a la de sus opositores y que ni siquiera una candidatura distractora como la de Moviendo Ciudadano impedirá que luchen hasta el final por ganar la gubernatura.

Parece que el electorado tamaulipeco rechaza el continuismo blanquiazul en el poder sobre todo debido a una administración que queda mucho a deber en lo social, económico y administrativo así como otros agravios a la sociedad tamaulipeca.

Así que para la administración panista estatal si pierde, habrá  un recuento de daños importante entre ello, explicar el crecimiento desorbitado de la deuda pública del Estado o el porqué la estrategia de seguridad seguida no ha disminuido el clima de violencia de la entidad ubicada en el noreste del país.

Además de que si un gobierno morenista gana en Tamaulipas llamaría a rendición de cuentas a los funcionarios salientes, como lo ha hecho ya el gobierno guinda que hoy gobierna en Michoacán.