Por Salvador Hernández LANDEROS
Antes de que concluya todo ese sentir por el fallecimiento del “Rebelde del Acordeón”, Celso Piña, permítanme compartirles una vivencia.
A Celso Piña lo conocí a través de quien fue mi amigo y compadre, Rubén Mojica (QEPD) quien durante varios años lo representó desde sus inicios.
Ambos me comentaron que Celso grabaría “Aunque no sea conmigo”, canción que también se conoce como “A Placer”. A ellos les compartí lo siguiente.
En una tarde de agosto de 1972, llegó Santiago “Chago” Díaz, un excelso trovador, a la oficina de Acción Cívica Cultural del municipio de Monterrey.
Eran dos casetas. La de Turismo Estatal y la de Acción Cívica, sitas frente al kiosco-escenario de la Plaza Zaragoza, donde a diario había eventos musicales.
Ahí estábamos el director de la oficina, Manuel Treviño Salinas, Lon Sánchez Rangel, Director Musical en varias estaciones de radio, el maestro pianista David Molina, el primer actor Carlos Baena, los directores de orquesta Armando Thome, Gustavo Rubio Caballero, otras personas y su servidor.
Estaba en puerta el Tercer Festival de la Canción de Monterrey. Otros fueron en 1970 y 1971. Y en abril había sido el homenaje a Gabilondo Soler “Cri Cri”.
Esa tarde de agosto, Chago dijo que participaría con su composición “Aunque no sea conmigo” y pidió apoyo al maestro David Molina para hacer la partitura.
A Chago Díaz lo conocí en 1970 cuando con su guitarra amenizaba en la taberna “El Antonios”, propiedad de Antonio Quiroga, ubicado en la Plaza Hidalgo.
Cultivamos una amistad muy bohemia. En el “3-33”, en “El Mingos”, en “La Cueva del Cuyo”, el “Piccolo Mondo” y otro bar de los papás de “La Chicuela”.
“El Bardo” (De Bobby Capó) la hizo suya. Y nuestra confianza, más allá, hasta conocer la musa que le inspiró esa canción. Nadie de las que dicen que fueron.
A 47 años de distancia, aún respeto su confianza.
El Tercer Festival de la Canción de Monterrey se realizó en el Cinema Río 70.
Chago Díaz triunfo con su interprete Fátima Rosario, quien murió esa década.
Celso Piña, acompañado de su acordeón, hizo una versión llena de ritmo y sentimiento. En lo personal, me gusta más que con la de Café Tacuba.
Pero seguro estoy, que Chago y Celso, ya están uniendo su talento musical.
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