Por: Antonio Sánchez R.

Desesperación y manipulación…

La desesperación ya se empieza a notar en algunos candidatos a la gubernatura, así como en ciertos aspirantes a llegar a ser alcaldes. Sólo es cuestión de ver cómo están llevando a cabo sus campañas para darse cuenta de que para escalar posiciones, echan mano de cualquier artimaña que les permita avanzar, sin importarles en lo más mínimo enlodar a sus contrincantes.

Y fíjese estimado lector cómo el panorama electoral se ha venido poniendo cada vez más candente y a mes y medio de distancia ya se empieza a notar la diferencia abismal entre unos y otros. Las distancias se están  haciendo más notorias y quienes iniciaron con cierta ventaja, se han quedado muy, pero muy atrás, pues sus campañas nomás no prenden, no avanzan.

Uno de los casos más notorios es el de Clara Luz Flores Carrales, a quien al parecer le afectó demasiado aquel video en el que se evidencia que mintió al decir que no conocía al líder de una secta que ha dado mucho qué hablar en los últimos meses. La mentira le costó un “bajón” en la carrera por la gubernatura y no se ha podido recuperar. 

En su intento por re posicionarse, la ex alcaldesa priísta de Escobedo, hoy abanderada de Morena, está cometiendo un garrafal error al tomar como “bandera” para promocionarse el programa de aplicación de las vacunas contra el Covid19, diciéndole a la gente que “vienen directo del presidente”, siendo que en realidad todos los beneficios que recibe la gente provienen del bolsillo de los contribuyentes, de ningún otro.

Mientras Clarita Morena se afana, sin resultados, por obtener simpatías, Fernando Larrazábal anda picando piedra en terrenos demasiado sinuosos y a últimas fechas le ha entrado a la descalificación y a la mentada “guerra sucia”, en la que no ha obtenido mayores dividendos, por lo que se mantiene muy alejado de los que presuntamente encabezan las preferencias.

Pero resulta que en días pasados, eso de las “preferencias” dio un giro muy extraño, evidenciando lo que tanto hemos comentado en este espacio: que la manipulación de las “encuestas” no es un cuento chino, sino una realidad tangible, evidente y descarada. Los números se pueden manejar al antojo de quien los elabora, a pedido de un cliente específico.

Un periódico local, que se precia de ser el non plus ultra de las mediciones de preferencias electorales, a 15 días de haber publicado una encuesta en la que Adrián de la Garza lleva una ventaja considerable sobre Samuel García, presenta otra en la que, extrañamente, el candidato del MC rebasa al de la Coalición Va Fuerte por Nuevo León. En primera instancia, es extraño que se haya “adelantado” dicha encuesta, toda vez que dicha medición estaría programada para los primeros días de mayo y más extraño es que el comportamiento del electorado haya dado un giro tan radical.

La situación viene a aclararse un poco cuando se ve el todo de lo que ocurre. Resulta que en días anteriores a la publicación de la encuesta de marras, empezó a circular un video en el que queda en evidencia la relación de Samuel García y su familia con gente de un cartel del narcotráfico. Se muestra la relación familiar del papá del Samy boy con un narco apodado “El June”. Para evitar que la respuesta del electorado se muestre en los números, el periódico decide publicar la famosa encuesta, a todas luces manipulada o, como se dice en el ambiente estadístico, “cuchareada”.

Así es que, ya saben ustedes ahora “de qué lado se peinan” en el periódico de la calle Washington…, o como quien dice, ya saben a quién le están apostando los dueños del rotativo. Pero como he dicho ya en ocasiones anteriores, la verdadera encuesta, la que pondrá a cada quien en su lugar, será la de las urnas. Es triste, en serio, ver cómo un medio de comunicación que llegó a tener gran influencia, hoy pierde credibilidad, cae definitivamente de la “gracia” del público lector. Todo por echarse a la bolsa unos milloncitos, que podrían venir de alguna lavandería, ¿verdad?