sáb. Jul 27th, 2024
Syrian internally displaced people walk in the Atme camp, along the Turkish border in the northwestern Syrian province of Idlib, on March 19, 2013. The conflict in Syria between rebel forces and pro-government troops has killed at least 70,000 people, and forced more than one million Syrians to seek refuge abroad. AFP PHOTO/BULENT KILIC (Photo credit should read BULENT KILIC/AFP/Getty Images)

Por Rogelio Romero

Washington.- El presidente Joe Biden firmó un memorándum de entendimiento que permitirá aumentar el número de refugiado a 62,500 durante el presente año fiscal.

La decisión del presidente se da después de que aliados políticos y organizaciones defensoras de los derechos humanos, presionaran a favor de que la actual administración estadounidense, elevara el cupo de personas que pueden ser recibidos como refugiados, algo distinto a quienes entran por la frontera sur como personas indocumentadas y solicitan residencia legal.

Los beneficiarios de esta decisión presidencial son en su mayoría ciudadanos que provienen de países musulmanes, africanos, o asiáticos que son considerados para asilo por motivos de persecución política, severas crisis humanitarias, víctimas de guerras, derechos humanos y otras causas sociales.

En estos momentos en los países europeos hay alrededor de 30 mil personas de diferentes naciones afectadas por diferentes problemas sociopolíticos que están en tránsito hacia Estados Unidos, en espera de recibir la aprobación para entrar al país bajo el estatus de refugiados.

Biden cedió a la petición de las organizaciones internacionales que le pedían que incrementara el cupo de refugiados hasta donde fuera posible.

Esto porque durante su campaña política el actual presidente había prometido que haría todo lo posible por revertir la política de refugiados que aplicó Donald Trump por cuatro años, aceptando solo 15 mil anualmente, el actual ejecutivo quería que el número total de aceptados llegara a los  125 mil.

De hecho el pasado mes de febrero el presidente firmó una orden ejecutiva donde se compromete a elevar en el futuro a 125 mil, el número de refugiados que anualmente aceptaría Estados Unidos, lo que solo será posible cuando se reorganice todo el sistema interno para recibirlos.

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