La canción más bella de todas las canciones la escribió Salomón inspirado en una morena campesina de Sulem.
“No reparéis en que soy morena, porque el sol me miró. Los hijos de mi madre seairaron contra mí; me pusieron a guardar las viñas; y mi viña, que era mía, no guardé”, dice dignamente la sulamita.
Esta hermosa mujer descuidó lo que era suyo por atender a los demás y su viña, su fuente de alegría, se marchitó como su piel, y fue evidente para todos.
Nuestra relación con Dios es como esa viña, que no debemos descuidar para disfrutar del mejor vino nuevo y experimentar la verdadera alegría.
Es gracioso que Dios tuvo que hacer ley el día de reposo, para recordarnos la importancia de descansar y recrearnos no en nosotros mismos, sino en Él, para ser renovados y rejuvenecidos.
Dedica un día a la semana como mínimo a disfrutar y procurar la viña que Dios te dió, no sufras como la sulamita por los estragos de descuidar la verdadera fuente del descanso y la alegría, y no te preocupes, Dios provee lo necesario a todos los que cuidan Su viña.
Igual que Salomón en la sulamita, el Rey ha puesto sus ojos en ti porque te ama: no descuides tu viña.
¿Crees esto? Habla con Dios, lee la Biblia y descúbrelo. Solo la Verdad nos haráverdaderamente libres.Cn. 1:6 | Dt. 5:12
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