Gerson Gómez Salas

Nos asomamos a la guía roji en el taller mecánico. Asombrados por la cantidad de nuevas colonias en el área metropolitana de Monterrey.

De las 132 distribuidas en las 11 ciudades dormitorio muestran la pelotera de problemas. La inexistencia de servicios públicos municipales. Sin agua corriente, tampoco servicio de drenaje. Para la luz, nada como colgarse de los cables. Ductos de gas tal vez en 20 años.

Calles sin pavimentar. Concesiones de transporte urbano invisibles. Apenas cuatro o cinco unidades para dar servicio. Una cada media hora. Solo te acercan al centro.

Rápido nos acercamos a los seis millones de vivientes. Con rachas fuertes de ejecutados por el crimen organizado todos los días. Los fines de semana se incrementa al doble.

Las posadas carcelarias municipales consignan al bateador, al borrachito del barrio. Tanta policía y poca diversión. La orquesta de criminales también oficia misa en la alcaldía.

Le realizan el mantenimiento al auto. Aprendo nuevos nombres de las calles. Fraccionamientos a la memoria de pastizales. Donde las vacas libres pasearon por décadas. Olía a campo. El balneario Los Rodríguez, de agua añeja. Después de ellos solo la carretera para llegar al aeropuerto.

Los sueños de los inocentes inmigrantes, callejuelas de gusanos, terrones y tarimas de madera.

A quien se pone bravo, le salen padres en el vecindario. La guía roji del mapa de la zona conurbada de Monterrey, con 132 nuevas colonias. Publicado en el año 2018. Hace seis años. La sonrisa perfecta de los desarrolladores. Ahora nos queda remar contra el caos.