dom. Nov 3rd, 2024

El estrés laboral es el compañero de oficina silencioso que en ocasiones aparece en forma de agotamiento, tensión en la quijada, palpitación continua del párpado, falta de concentración e incluso, malos hábitos alimentarios.

“El estrés laboral puede convertirse en un detonante importante para una serie de problemas de salud mental, entre los cuales los trastornos alimenticios son especialmente preocupantes, ya que cuando es crónico, conductas como comer cuando se está nervioso o dejar de hacerlo, pueden llegar a presentarse”, explica Yunue Cárdenas, Coordinadora del HUB de psicología de Affor Health, empresa especializada en gestionar y mejorar la salud psicosocial de las personas en las organizaciones.

Esto, aunado a la rutina diaria marcada por largas jornadas laborales y un ritmo de vida acelerado, deja poco tiempo para planificar y preparar comidas saludables. Lo que lleva fácilmente a saltarse comidas, comer a deshoras o consumir alimentos de baja calidad nutricional.

"Con altos niveles de estrés, comer, en lugar de ser una actividad nutritiva y placentera, se convierte en una respuesta automática. Además, el poco tiempo disponible para la comida hace que las personas opten por alimentos que proporcionan una rápida saciedad, pero a largo plazo, estos hábitos pueden desencadenar patrones alimenticios desordenados”, añade la psicóloga clínica.

La alimentación es un problema laboral

De acuerdo con el estudio Food at Work. Workplaces solutions for malnutrition, obesity and chronic diseases, elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), una alimentación inadecuada puede causar pérdidas de hasta 20% en la productividad de los trabajadores.

Estos son algunos de los trastornos alimenticios más frecuentes vinculados con el estrés laboral:

● Anorexia nerviosa: Se caracteriza por una restricción de la ingesta de alimentos, lo que ocasiona pérdida de peso y una percepción distorsionada del cuerpo. En el entorno laboral, la presión para cumplir con estándares estéticos o de rendimiento puede contribuir a su desarrollo.

● Bulimia nerviosa: Se caracteriza por episodios de ingesta excesiva de alimentos seguidos de vómito autoinducido, uso de laxantes o ejercicio extremo. La perfección mal gestionada puede llevar a los colaboradores a usar la comida como forma de escape.

● Trastorno alimentario compulsivo: También conocido como trastorno por atracón comprende episodios de ingesta excesiva de alimentos en un corto período de tiempo, acompañado de una sensación de pérdida de control. La sobrecarga de responsabilidades o el miedo al fracaso puede conducir a “atracones” como forma de autocomplacencia.

Por Admin

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