Salmos 13:1 ¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?

Este es un salmo de transición. Comenzando por el desánimo y la desesperación, David termina en un lugar de confianza, gozo y aliento.

¿Se ha sentido así, dominado por sus sentimientos y preocupaciones? David pide a Dios que sus ojos sean alumbrados para poder salir de ese lugar de tormento en el que “siente” que todo le sale mal, que se “siente” solo y que sus enemigos no solo están triunfando sino que vienen a burlarse de él.

Entonces David entiende que si se concentra en sus sentimientos de dolor, preocupación y tristeza, estos se hacen más grandes y lo dominan. 

Cuando nos sentimos tristes o deprimidos, la respuesta no está en mirar hacia nuestro interior, sino en mirar hacia Dios.

Debemos entender que el enemigo de nuestra alma nos va a orillar de muchas maneras a la depresión pero nunca nos va a orillar a buscar a Dios, eso nos toca hacer a nosotros, porque la única forma de salir de la depresión es concentrarnos en lo que DIos dice de nosotros y no en lo que pensamos nosotros mismos.

Alumbra mis ojos, para que no duerma de muerte… Pida a Dios que alumbre sus ojos, así como David, para que no confunda sus sentimientos con la realidad. Cuando sienta que no puede confiar en nadie más, recuerde que puede confiar en Dios y que Él es fiel.

Mas yo en tu misericordia he confiado; mi corazón se alegrará en tu salvación.  Cantaré a Jehová, porque me ha hecho bien… Podemos dejar que nuestras emociones nos guíen o podemos guiarlas nosotros a alabar a Dios por Su salvación.

¿Hasta cuándo? Hasta que usted lo decida.

¿Cree esto? Hable con Dios, lea la Biblia y descúbralo.  Solo la Verdad nos hará verdaderamente libres.

Salmos 13

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