mar. Dic 10th, 2024

El mercado de remates hipotecarios se ha posicionado como una alternativa para quienes buscan una inversión que les permita maximizar su rentabilidad con un riesgo controlado.

No obstante, debido a la falta de regulación y transparencia en algunos procesos, con frecuencia, los inversionistas se exponen al fraude.

La táctica es simple: los estafadores promocionan propiedades a precios reducidos, supuestamente derivadas de embargos o juicios hipotecarios y los compradores, atraídos por la promesa de un valor inferior al de mercado, entregan adelantos significativos de dinero para asegurar la compra. Posteriormente, descubren que tanto la propiedad como la empresa son ficticias y que su inversión ha desaparecido.

“Para prevenir la estafa se requiere verificar la legitimidad de los bienes y empresas involucradas y entender las etapas jurídicas de los remates. Aunque ser abogado es una ventaja por el conocimiento técnico que aporta, lo cierto es que cualquier inversionista puede minimizar riesgos acompañado de un equipo de expertos que le brinde respaldo en la operación”, explica Mike Ramírez, Fundador de Blun.M2, proyecto que ayuda a las personas a multiplicar su patrimonio a través de inversiones en remates hipotecarios.

Blun.M2 comparte algunos conceptos que es necesario conocer para protegerse contra el fraude.

1) Ejecución procesal del remate inmobiliario

Un remate inmobiliario se realiza, generalmente, como resultado de un embargo judicial o de un proceso de ejecución hipotecaria y en México, el marco normativo establece que es responsabilidad de la autoridad judicial o una institución financiera ordenar la subasta. Para minimizar riesgos, es indispensable confirmar en qué fase del proceso está el bien inmueble, si cuenta con una orden de remate, está sujeta a litigios adicionales o acciones legales por parte del deudor o de terceros.

2) Auditoría documental del bien inmueble

Este proceso implica una revisión exhaustiva de los documentos, como el título de propiedad y cualquier posible gravamen o adeudo fiscal.

Consultar directamente con el Registro Público de la Propiedad permite verificar la legitimidad de la información y evitar conflictos futuros. Para asegurar la evaluación es recomendable que un especialista en derecho inmobiliario supervise esta auditoría y confirme que el bien no tiene problemas estructurales o jurídicos que puedan obstaculizar la transferencia de propiedad.

3) Estructura financiera y modalidad de pago

 La transacción debe ser formalizada a través de canales seguros, como instituciones bancarias o instrumentos notariales que respalden la operación, evitando cualquier desembolso en efectivo que no esté debidamente documentado o garantizado. La estructura de pago es una de las señales clave para identificar posibles fraudes, ya que cualquier solicitud de fondos que carezca de respaldo formal representa un alto riesgo.

4) Evaluación técnica y de rentabilidad

Este análisis debe incluir una valuación profesional para determinar el valor de mercado y un estudio de viabilidad financiera que calcule los potenciales retornos. Además, esta evaluación técnica debe considerar el estado físico de la propiedad, posibles requerimientos de rehabilitación y el entorno del inmueble. Un análisis financiero detallado proyectará la rentabilidad a largo plazo, permitiendo al inversionista calcular un margen de retorno que justifique la adquisición y mitigue el riesgo financiero.

Por Admin

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