Luz María Ortiz Quintos
Salud para Aprender es el nombre del programa que a partir del 29 de marzo entró en vigor en las escuelas de todo el sistema de educación básica del País. Me sorprende ya que esto se intentó en la administración del presidente Peña Nieto, siendo el secretario de Educación aquí en Nuevo León el Ingeniero José Antonio González. Y, al igual que ahora, en aquel tiempo se coordinó con la Secretaría de Salud. En ese entonces, también se prohibía la venta de “comida chatarra”. Y entonces, ¿qué fue lo que sucedió, por qué no prosperó? Me parece que, en muchas ocasiones, se toman medidas de escritorio muy alejadas a la realidad que viven las familias en México. Este programa es federal, en esta ocasión Nuevo León solamente está cumpliendo con el ordenamiento. Es evidente que cada administración pública llega a eliminar lo más que puede de la administración que le antecedió, tratando de implementar programas nuevos. Me parece extraño que este gobierno federal retome un programa del gobierno antepasado al actual. Algunas razones por las que no ha funcionado este programa: 1- La falta de educación en nutrición que tenemos la mayoría de los mexicanos. 2- Los hábitos y costumbres no saludables en la mayoría de las familias de México. 3- Los menores de edad no son asiduos por comer frutas y verduras. 4- El costo de una comida saludable no siempre es accesible para todas las familias. 5- Muchos padres de familia, por falta de tiempo para elaborar comida, compran productos procesados. 6- Los cambios en la alimentación no se han socializado con anticipación. 7- La responsabilidad de una sana educación es deber de los padres de familia. 8- Lamentablemente en estos momentos los alimentos naturales y sanos en muchas presentaciones tienen precios más altos, que la comida rápida. 9- La comida bien preparada o hecha en casa es más cara que la comida chatarra. 10- No todas las tienditas escolares han recibido propuestas de ventas, sino sólo restricciones. El manual para la certificación de escuelas promotoras de salud menciona la apertura de la autoridad para permitir la capacitación a maestros y padres de familia. Esto se debe promover, planear y preparar antes de la obligatoriedad. En general es un buen proyecto, pero muy alejado de la realidad de las familias más vulnerables. lucyortizq@gmail.com