jue. Abr 17th, 2025

Abel Moreno López

 “Mucho más allá de mi ventana / Algodones jugaban a  ser un jardín / En espera de abril…”

Silvio Rodríguez

En abril no solo viene la primavera, a veces las dictaduras también florecen… Hoy recordamos un capítulo en la lucha democrática de Nuevo León aplastado por la bota militar…

El 2 de abril de 1903, la Convención Electoral Nuevoleonesa que se oponía a una enésima reelección del gobernador Bernardo Reyes, encarnación local del porfiriato, convocó a una marcha desde la Alameda hacia la Plaza Zaragoza… Dicha manifestación fue disuelta por medio de la fuerza y muchos de sus participantes -un buen número de estudiantes de leyes, profesionistas, comerciantes y personas de los diversos estratos sociales de Nuevo León- fueron encarcelados y algunos desterrados… Santiago Roel, el gran historiador, en aquella época estudiante de leyes, dijo que la manifestación había sido muy concurrida, El Hijo del Ahuizote, habló de 15,000 personas y los periódicos reyistas dijeron que apenas 700…

Hay que recordar que aquella era la época de la “triple erre” donde la libre manifestación de las ideas se reprimía con encierro, destierro o entierro…

Aquella manifestación opositora del grupo denominado Convención Electoral Nuevoleonesa formado para contender en la elección de gobernador en ese año, había partido desde la Alameda entonces llamada “Porfirio Díaz” mostrando un gran crecimiento poniendo en entredicho la supuesta popularidad del general Bernardo Reyes que gobernaba el estado desde 1885.

Si bien se trataba del primer brote de protesta abierta contra Bernardo Reyes, se convirtió también en el primer episodio violento en Nuevo León previo a la revolución mexicana, pues el gobierno reyista reprimió violentamente aquella manifestación, mostrando el rostro antidemocrático y represor de su régimen representativo del porfiriato…

10 años después de aquellos hechos, su infidencia contra el presidente Madero, confirmó la imagen de un Bernardo Reyes contrario a los principios democráticos y de civilidad.

La represión del 2 de abril de 1903 contra la Convención Electoral Neoleonesa y su candidato Lic. Francisco E. Reyes se convertiría también en el primer ejemplo de lucha democratizadora en el Nuevo León del naciente siglo XX, a 122 años de aquel acontecimiento, se debe reconocer la valentía de aquellos pioneros de la lucha local por la democracia.

En aquella jornada se habló de 15 muertos y una gran cantidad de heridos, además de que los manifestantes de aquella organización política antagónica a Bernardo Reyes fueron perseguidos por el gobierno de éste, por diversos métodos. Los nombres de los cientos de procesados fue posible conocerse gracias a la publicación desde San Antonio Texas, del libro Méjico Pacificado de Adolfo Duclós Salinas.

En el listado se identifican ciudadanos de las diversas clases sociales, así como personajes que antes o después tuvieron una destacada participación en la vida política y social de Nuevo León.

Una muestra de los enlistados en el libro: Licenciado Vicente Garza Cantú, Magistrado del Supremo Tribunal de Justicia de Nuevo León, Licenciado Nicolás M. Berazaluce, Doctor Gregorio D. Martínez, Licenciado Secundino Roel, Señor Adolfo Duclós Salinas, periodista; Esteban E. Guajardo, periodista; Santiago Roel, estudiante de leyes, Jesús M. del Bosque, estudiante de leyes, Ismael Meléndez, comerciante; Señor Aureliano Ramos, periodista; Profesor Mariano de la Garza, ex-director del Colegio Hidalgo; Alberto Villarreal, estudiante de leyes; José L. Garza, cajero del Banco Mercantil; Galdino P. Quintanilla, estudiante de leyes, orador en la manifestación del 2 Abril; Licenciado Policarpo Morales, Profesor Jonás García, director del Colegio ”Morelos”; Vidal Garza Pérez, propietario; Licenciado Crescencio Alvarado, periodista; Oswaldo Sánchez, empleado de la Gran Fundición, número 3, de Monterrey; Abel A. Lozano, cajero de la Botica de León; Cecilio Garza González, estudiante de leyes; Antonio de la Paz Guerra, estudiante de leyes, orador en la manifestación, Felipe Guerra Castro, entre muchos otros.

Aunque los periódicos locales afines al gobernador Bernardo Reyes trataron de minimizar los hechos, hubo periódicos de otras entidades, de la capital y de los Estados Unidos que consignaron los hechos, destacando entre ellos El Diario del Hogar y El Hijo del Ahuizote.

En aquella jornada del 2 de abril de 1903, el porfiriato nuevoleonés encarnado por Bernardo Reyes, se apuntó por la vía de la violencia una aparente victoria… sería solo cuestión de tiempo… Hasta la próxima!

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