dom. Jun 2nd, 2024

Por Salvador Hernández LANDEROS

Les guste o no a los morenistas y priistas, Abel Guerra se perfila paso a paso como un futuro sucesor de Andrés Manuel López Obrador en MORENA.

Aún sigue siendo un activo del PRI, como desde su primera campaña para la alcaldía del municipio de Escobedo, ocurrida ésta en el verano/otoño de 1991.

Sin renunciar al Partido Revolucionario Institucional y sin declarar en contra de ese instituto político, él ha hecho labor proselitista a favor de AMLO.

Igual, sin aparecer en medios y callado, hizo campaña a favor de su esposa Clara Luz Flores para la gubernatura y, recientemente, para elegir delegados.

Ningún priista, ni siquiera el presidente del CDE le pueden pedir la renuncia y menos exigirle que la presente. Cuestión de analizar los estatutos del tricolor.

Sin que sea una exigencia, Abel Guerra Garza podría salir, no renunciar, del PRI para contender en el 2024 como candidato a Senador por MORENA.

Él fue dos ocasiones alcalde de Escobedo y como presidente estatal del PRI colocó en posiciones claves a varios alcaldes conocidos como periféricos.

Sin profundizar, pero con conocimientos de causa, Guerra Garza hubiera sido mejor gobernador que Jaime Rodríguez Calderón, de quien fue jefe.

Las tablas le sobran. Nomás de recordar que contendió para la alcaldía de Monterrey contra Adalberto Madero y perdió a causa del “fuego amigo”.

Al final del sexenio de Natividad González, quiso ser candidato a gobernador y de nueva cuenta, con “fuego amigo”, abrieron camino para Rodrigo Medina.

El presidente Andrés Manuel lo ve con buenos ojos, no con los que ve a Mario Delgado, Ricardo Monrreal y, en un descuido, hasta a Marcelo Ebrard.

chavalolanderos@yahoo.com.mx

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