Ixtoc Hinojosa Gándara
Para nadie es un secreto las fobias y filias que tengo debido a mi militancia partidista e ideología con la que creo ampliamente en la democracia liberal como fundamento para el crecimiento y desarrollo de un país como el nuestro. Desgraciadamente el conocimiento de la ciencia política y de la filosofía que enmarca a esta misma esta reservado a los académicos y estudiosos en el tema, y si acaso para alguno de los profesionales de la política. Con lo anterior no quiero dar a entender que el resto de la población es ignorante o algo por el estilo, al contrario, sus preocupaciones se basan en una extrema racionalidad donde da mayor importancia a sus preocupaciones diarias.
El triunfo de la candidata oficialista es irrebatible, es decir, los votos el día de la elección fueron contados de muy buena manera o lo que es lo mismo la maquinaria del Instituto Nacional Electoral y de la ciudadanía funcionó muy bien. También puede decirse lo miso en las diputaciones federales y senadurías. Podemos entender con lo anterior que el fraude no se cometió en el conteo de los votos sino en la inequidad de la contienda en la cual se hizo un uso faccioso de los aparatos del Estado y a una dramática y tristemente histórica intervención del Presidente de la República en el proceso electoral, aun antes de que iniciara formalmente las campañas.
La mayoría legislativa obtenida por la coalición oficialista solo tiene freno en la autocontención, pero debemos de poner mucha atención en la asignación de diputaciones y senadurías plurinominales, ya que esta asignación puedes darle a este grupo legislativo mayoría calificada en ambas cámaras, hecho que no tendría algún incentivo para dialogar con las minorías y así pasar peligrosamente a la tiranía de las mayorías. Con lo anterior quiero hacer notar la correcta interpretación que debe hacerse del artículo 54 constitucional el cual establece un máximo de sobrerrepresentación de 8% ya que al momento de su redacción el marco legal que regia sobre las coaliciones era otro, por lo cual debe interpretarse este techo como el máximo para una sola fuerza política. Veremos el talante democrático de los consejeros del INE y los magistrados integrantes de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.